El agua forma parte de la composición del cuerpo humano y es imprescindible para elcorrecto desarrollo de numerosas funciones vitales; hasta para respirar es necesario eliminar agua.
El agua interviene en el transporte de los nutrientes a las células y facilita la digestión, ayuda a regular la temperatura corporal, y contribuye a mantener la salud y el buen aspecto de la piel.
Las personas necesitamos alrededor de dos litros y medio de agua cada día para mantener hidratado el organismo y compensar la pérdida de líquidos que se produce al realizar las diversas funciones corporales: orina, respiración, sudoración y heces. En caso de practicar deporte o realizar algún otro esfuerzo físico, o si hace mucho calor o nos exponemos al sol, debemos aumentar la ingesta de líquidos.
Aunque la sensación de sed es la que nos empuja a ingerir líquidos, los expertos advierten que no es aconsejable esperar a tener sed para beber.
Beneficios de una correcta hidratación
* Si están correctamente hidratados, todos los órganos de nuestro cuerpo -riñón, hígado, corazón, estómago, piel funcionan mejor.
* Se orina frecuentemente, lo que favorece la eliminación de toxinas.
* Al orinar más, también se reducen las posibilidades de sufrir infecciones urinarias, y de que se formen arenillas o cálculos en el riñón.
* Se favorece la motilidad intestinal, previniendo el estreñimiento.
* Además, las heces son más blandas y esponjosas y, por lo tanto, más fáciles de expulsar, lo que evita la aparición de hemorroides por esfuerzo o heridas por laceración.
* La sangre se encuentra más diluida, y los nutrientes se distribuyen mejor por el organismo.
* La piel mejora su aspecto y lozanía.