El nuevo viajero
de los Estados Unidos
es el coco,
el maravilloso coco.
Enviar un coco por correo es sorprendentemente sencillo: anota la dirección en la superficie, pega los timbres y se va. Cada año se envían unas 3,000 «postales de coco» (arriba) desde la oficina de coreos Hoolehua, en Hawái. Pero la creatividad puede provenir de dondequiera.
Bebida saludable, rayado, en un tapete tejido, como biocombustible… ¿hay algo en lo que el coco no pueda convertirse? Los humanos han usado este versátil «fruto» de las palmeras durante unos 500,000 años, estiman algunos. Y aun así, los cocos conservan su posición de vanguardia.
Toma su atractivo como fuente de energía. Este año, Tokelau, un trío de atolones del Pacífico sur, intenta generar toda su energía a través del sol y aceite de coco. Se ha unido a otros países ricos en coco ?como Papúa Nueva Guinea, Filipinas y Vanuatu?, que han mezclado o modificado aceite de coco para hacer funcionar buques, camiones y vehículos oficiales.
Además de comestible su pulpa blanca es rica en fibra y elementos nutritivos. Dentro del coco, podemos encontrar un líquido que se conoce como agua de coco, es un líquido refrescante, y de sabor agradable el cual contiene muchas propiedades nutritivas y medicinales que es interesante que tengas en cuenta, pues has de saber que tiene muchos de los compuestos que tiene la leche materna. En Hawaii, las madres que no pueden alimentar a sus bebés los amamantan con agua de coco en lugar de leche de animales, esto lo han hecho durante cientos de años. Buen provecho.