Por: Mariano Elizondo
El mundo ha cambiado. Hace más de 90 días en diferentes partes del globo se analiza día a día el avance de un virus que nos tiene a todos alertas. El COVID 19 ya se propagó por más de 100 países y trae consigo, además de un ataque al cuerpo, dudas, planteos, cambios de hábitos y de comportamiento de las personas tanto de manera individual como colectiva.
El deporte no será ajeno al paso del COVID 19. Estábamos acostumbrados a ver cualquier disciplina deportiva y quizás por un tiempo no podamos verla con el mismo marco. Quienes la practican de manera profesional o amateur, tampoco podrán desarrollar la actividad de la misma manera en el futuro cercano.
Pero, lo cierto es que la pandemia también deja certezas. Más del 75% de la población del mundo le gustaba el deporte antes de la globalización del virus, el mismo porcentaje tendremos cuando este proceso se haya superado. El comportamiento de los deportistas deberá ser diferente al que venían teniendo, tanto en sus momentos de entrenamiento como en sus traslados. No será frecuente ver un deporte con público como estábamos acostumbrados a hacerlo. Y este último punto seguramente será el que menos desapercibido pase para todos nosotros.
La tecnología seguirá ayudando a que podamos estar conectados con el deporte que nos apasiona. Ésta nos acompañará y nos permitirá disfrutarlo de diferentes maneras. En este tiempo donde no hubo espacio para disfrutar del entretenimiento fuera de casa, el consumo de contenido por diferentes plataformas tecnológicas se incrementó.
Según la última encuesta del Global Web Index, el uso de contenidos a través de streaming, online tv o video games fue lo que más creció en los menores de 37 años, alcanzando picos de casi un 50% más de lo que utilizaban antes del confinamiento. En Europa, el uso de redes sociales aumentó un 55%. La cantidad de torneos de E Sports aumentaron significativamente, a la vez que cayeron los deportes en vivo.
Este incremento de torneos y público siguiendo los mismos, permitirá incrementar los ingresos comerciales de las propiedades que originalmente generaron estas actividades (Federaciones, Ligas, clubes, etc).
La tecnología ya nos permite ver lo que pasa en un estadio, en el mismo momento en cualquier parte del mundo. La trasmisión mediante sistemas convencionales (señales televisivas) o nuevas plataformas (streamig, OTT – Contenidos a través de internet) nos puede transportar a cada rincón del planeta.
Si bien todas las Ligas de fútbol del mundo luchan por tener muchos aficionados en sus gradas, el negocio del día del partido es mucho menor con respecto a la venta de derechos audiovisuales o sponsors. En la Premier League, menos del 15% de los 5.5 mil millones de Euros que se generan cada año provienen del “match day”; en España y Alemania no superan el 17%, y en Italia el número apenas se encuentra por encima del 10%. Si analizamos el comportamiento de otras ligas europeas, los números no varían en cantidad: Rusia tiene un poco más del 6% de los ingresos generados el día del partido y Portugal alcanza al 13%
El COVID 19 pasará. Cuando estén dadas las condiciones para volver a disfrutar del deporte cada país dispondrá de la luz verde. Las herramientas tecnológicas nos seguirán permitiendo disfrutar de ello. Con público o sin él, el deporte profesional hace tiempo ha dejado de ser una actividad que se disfruta solo en un estadio.
El negocio no está sustentado por la venta de sus entradas, aunque en muchos lugares aun sea parte importante de los ingresos. El marco no será el mismo, pero habrá más gente y negocios fuera de los estadios que dentro de ellos. La tecnología seguirá acompañando el crecimiento de la actividad y acercando nuevos fans desde diferentes puntos del globo, estén ellos en cuarentena o no.