Quien tiene su mente fija en gastar lo que gana vive preponderantemente en el hoy.
Quien además de gastar, ahorra un poco de lo que gana para terminar gastándolo en algo para lo que no le alcanza hoy, vive el hoy y un poco el mañana.
Pero quien además de gastar y ahorrar, invierte una parte de lo que gana, siempre tendrá recursos disponibles para satisfacer sus necesidades hoy, mañana y siempre.
Gastar, ahorrar e invertir son tres caminos a los cuales podemos dirigir en parte los ingresos que obtenemos producto de nuestro trabajo. Si todos nuestros ingresos los destinamos a gastarlos, siempre tendremos la necesidad de continuar generándolos para tener la posibilidad de seguir gastando.
Si una parte de nuestros ingresos los destinamos a gastarlos, y otra parte la ahorramos para gastarla después en un futuro inmediato, de igual manera, siempre tendremos la necesidad de continuar generando para gastar. Si caemos en cuenta que nuestra etapa productiva tiene un límite, por edad o por salud, para contar con la aptitud de generar ingresos, valdría la pena detenernos a reflexionar un poco en los caminos a los cuales podemos dirigir nuestro recurso.
Y es que cuando la edad improductiva nos alcance, las opciones se limitarán para todos aquellos que no estén preparados, y se multiplicarán para quienes sí lo estén.
Entonces, una estrategia financiera sensata y razonable para quien busque ampliar sus opciones sería el acumular capitales producto de sus ingresos para un futuro remoto.
A Benjamin Disraeli se le atribuye el haber dicho que el éxito es una combinación de estar preparado para cuando la oportunidad llegue. El éxito financiero no puede más que traducirse en lo mismo. Pero si los ingresos solamente se destinan a ser gastados o a ser ahorrados para ser gastados en un futuro inmediato, ¿cómo podríamos estar preparados para tener más opciones si los hemos consumido todos?
Un tercer camino al que podemos destinar nuestros ingresos consiste en invertir una parte de ellos en activos financieros que se multipliquen en su valor con el paso del tiempo. Activos que por efecto del interés compuesto generen en un momento determinado ingresos excedentes a los cuales podremos decidir si gastarlos, ahorrarlos para algo posterior, o reinvertirlos creando así un círculo virtuoso que genere abundancia.
Solo es cuestión de decidir a qué cajón le damos prioridad sobre otro. Autor Lic. Lauro Alberto Sández Ramírez