Por: Mtro. Víctor Hugo Pacheco

La Agenda 2030 se presenta como un nuevo pacto entre las naciones del planeta, interpretado en su transversalismo en sus tres grandes soportes del Desarrollo Sostenible, como lo son; en lo económico, social y ambiental, su aplicación contiene universalidad e integralidad. El término de este proceso es el resultado de experiencias y  aprendizajes acumulados dando pie a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, este convenio – compromiso se constituye finalmente por 193 Estados Miembros de las Naciones Unidas donde adoptaron en  Asamblea General del 25 de Septiembre de 2015 la Declaración: “Transformar nuestro mundo”: dicha Agenda 2030 establece 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas con 231 indicadores prestos para avanzar sinérgicamente a nivel global, esta guía augura un hito de progreso con efecto mundial.

Desde su fundación de la Organización de las Naciones Unidas (O.N.U.) en el año 1945 se han establecido diálogos en torno a problemáticas que trascienden las fronteras de cada país, la agenda 2030 adjunta a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) está en el espacio mundial para llegar a acuerdos y resolver problemas que nos afectan a escala global, la declaración de la agenda 2030 edifica los principios de: libertad, igualdad, solidaridad, tolerancia, protección al medio ambiente, respeto a la tolerancia y la responsabilidad común; guiados por erradicar la pobreza extrema del mundo, conjugando experiencias, aprendizajes y reflexiones ponen en armonía el engranaje de compartición. Esta agenda global trabaja para lograr un mayor alcance, es más ambiciosa y más transformadora, es una agenda compartida y universal destacando que son para todos los países, todas las sociedades y todas las personas.

Naciones unidas y gobiernos concuerdan que las exigencias de mejora son las mismas en todas las personas sin importar donde vivan, dichas demandas como lo son: alimentación, salud, educación, vivienda, inclusión, empleo, cuidado ambiental, paz y bienestar para vivir dignamente, doctrinas tanto para ahora como para las futuras generaciones. Sin embargo la agenda 2030 es imperfecta su promoción y gestión ha producido incertidumbre, su implementación en algunos entornos a resultado deficiente cayendo en escepticismos, la ignorancia de su cometido frena el potencial que es realmente transformador, los mismos Objetivos de Desarrollo Sostenible presentan contradicciones peligrosas, corriendo el riesgo de encontrarnos frente una mera declaración global de intenciones, realmente esperemos que sean solo especulaciones y que esas intenciones se conviertan en acciones por el bien  de la transformación de nuestro mundo. 

Por todo esto la pregunta sería la Agenda 2030 es una ilusión o una acción, sabemos que muchos países están altamente comprometidos en su deber y hacer, mientras que otros siguen con sus quehaceres de confort, sin promover ni gestionar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible en verdad es una pena que teniendo toda esta excelsa información de mejoramiento continuo algunas entidades, instituciones, sectores y actores ni se inmuten ante este hecho histórico. Quedan 9 años para alcanzar lo establecido por los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los países firmantes en el 2015 se comprometieron con movilizar la financiación, mejorar su aplicación y reforzar las instituciones desde los niveles locales,  nacionales hasta los internacionales para la obtención del logro, sin dejar a nadie atrás, me pregunto será una novela, una teoría o una obra bien intencionada, o bien es un formato en proceso… solo recuerden que el tiempo no se para y al mismo tiempo nos alcanza.

La Agenda 2030 es un llamamiento universal a la acción para acabar con la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas disfruten de paz y prosperidad, todo esto depende de cada uno de nosotros el que sea una realidad o depende de la oportunidad que nos hagamos nosotros mismos, lo que se está viviendo en varias partes es desalentador: hambrunas, sequías, guerras, plagas, pobreza. No solo en lugares extremos o caóticos, sino también en ciudades y pueblos altamente prósperos que son afectados por otras circunstancias, como pueden ser el cambio climático, la contaminación ambiental, el hambre, la falta de educación y salud de calidad, muchos comparten la esperanza de tener un mundo mejor todos nosotros, sencillamente tenemos que dividirnos para sumar más personas que crean que todo es posible si se realiza con amor. Así podemos terminar esta labor defendiendo los objetivos para que las personas de todo el mundo sepan cómo hacer su  parte, enorgullezcámonos de seguir siendo nuestros propios líderes y de poner nuestra pisca de arena por este movimiento mundial.