Por: Ana Mireya Borboa

El amor propio se refiere a ese amor que sabes darte, es aprender a amarte.

¿Y qué hacer para aprender a amarte?

Lo primero es trabajar en conocerte, y esto supone tener la madurez para conocer tus cualidades y defectos, y apoyarte en tus cualidades para trabajar los defectos mirándolos como las oportunidades para seguir creciendo.

Como consecuencia de lo anterior y en base a ese conocimiento de ti, hay que formular tu propio autoconcepto que es la imagen que tiene cada persona de sí misma, en otras palabras, es tu forma de ser, tus cualidades y atributos que tienes como persona. Y es importante tener la capacidad de autoreconocerse.

Cuando ya tienes un autoconcepto claro sobre ti mismo, lo siguiente es trabajar en aceptar ese autoconcepto personal, esto es aceptarte a ti mismo con lo bueno y lo malo, con lo que puedes cambiar y lo que no; habrá cosas que te gusten de ti y otras no, lo importante es admitir que ese eres tú, y que si hay aspectos que no aceptas de ti es señal de que puedes mejorar y comprometerte a ese cambio.

Otro aspecto que hay que considerar para aprender a amarte es el autorrespeto. El respeto a sí mismo implica la capacidad de ejercer tu derecho a ser feliz, a tratarte bien; para ello necesitas conocerte a ti mismo y autoaceptarse, creer y confiar en tus decisiones, ser honesto contigo mismo, admitir tus errores y ser humilde.

Por último y no por ello menos importante, es la autoestima, es el amor que sientes por ti mismo, el cómo te sientes contigo. Para ello es importante que trabajes en los pensamientos destructivos que tengas de ti, les pongas un alto y los reemplaces por pensamientos constructivos.

En conclusión, la autoestima es el amor propio, es la manera en que te hablas a ti mismo y te sientes contigo, es la valoración o estima que tienes de ti; favorecer la construcción y consolidación del amor propio o autoestima es construir una personalidad segura y confiada que beneficiará tu salud y tu vida en los diferentes áreas.

 

9 Hábitos para ELEVAR tu AMOR PROPIO y AUTOESTIMA