Por: Mtro. Víctor Hugo Pacheco Gdo.

La discapacidad es una circunstancia, una condición que se asocia a toda reducción desencadenada por una deficiencia, accidente o enfermedad en detrimento de los límites del desempeño que se estiman en lo normal, la discapacidad puede ser parcial o total, reversible o irreversible. Según la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, aprobada por la Organización de Naciones Unidas (O.N.U.) en 2006, algunos de los tipos de deficiencias son: física, mental, intelectual, sensorial o múltiple y que lamentablemente a largo plazo afectan la forma de interactuar y participar plenamente en la sociedad. 

Según el informe de la Organización Panamericana de la Salud (O.P.S.) Sobre la discapacidad alrededor del 15% de la población vive con algún tipo de discapacidad. Las mujeres tienen más probabilidades de sufrir discapacidad que los hombres y las personas mayores más que los jóvenes. Discurriendo; no más estigmas, ni miradas compasivas, la discapacidad es la capacidad de ser extremadamente capaz. El pasado 3 de diciembre se conmemoró el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, fecha proclamada en 1992, mediante la Asamblea General de las Naciones Unidas, cuyo objetivo primordial fue alentar a las agencias de la ONU, a las organizaciones de la sociedad civil, a las instituciones académicas y al sector privado, a colaborar y que den soporte a personas con discapacidad o con capacidades diferentes.

El Día Internacional de las Personas con Discapacidad no se festeja se conmemora, se visibiliza y se sensibiliza, desafortunadamente se han agravado las desigualdades existentes y ha puesto de manifiesto el grado de exclusión que aún persiste en la sociedad, el comportamiento negligente es voraz, las faltas de estos méritos son evidentes, tales como; respeto, integridad, educación, tolerancia y empatía. Créanme porque lo estoy viviendo directamente, tener discapacidad es ser diferente y ser distinto es normal, el mundo es para todos, aludo la frase de la Agenda 2030 ¡Que nadie se quede atrás! Un verdadero llamado a la inclusión, 

Elijo no poner “dis” en las capacidades, la verdadera y peligrosa incapacidad está en la mente de las personas que aún consideran que ser discapacitados o con capacidades diferentes es ser menos, se han hecho progresos para que el mundo sea más accesible para las personas que viven con discapacidad; sin embargo, se requiere mucho más trabajo. El Símbolo Internacional de la Accesibilidad se creó en 1968, modificándose en 1988 aceptado y respaldado por la Organización de las Naciones Unidas (O.N.U.), pero ignorado y menospreciado por muchas personas, aún existen muchos establecimientos y servicios de salud con inaccesibilidad para las personas con discapacidad, pero sobre todo llama mucho la atención la conducta y comportamiento majadero, cretino e insensato. 

 La discapacidad está en el pensamiento de muchas personas que se creen sanas.