Por: Víctor Hugo Pacheco

La Salud Mental abarca nuestro bienestar emocional, social y psíquico y como tal, es indispensable velar por ella en todas y cada una de las etapas de la vida, según la OMS, una cuarta parte de la población mundial sufre o sufrirá de algún conflicto, alteración o trastorno mental a lo largo de la vida, se ha evidenciado que la patología mental representa el mayor costo sanitario a nivel mundial de tal manera que se ha convertido en un reto global en el siglo XXI, dichos datos no son esperanzadores. Tal vez por ello dice la sabiduría popular que “sin salud mental, no hay salud.”  En la salud mental se incluye nuestro bienestar emocional, psicológico y social. Afecta la forma en que pensamos, sentimos y actuamos cuando enfrentamos la vida. 

La salud emocional no es lo mismo que la salud mental, se encuentran relacionadas pero no deben ser consideradas de la misma manera, las emociones es lo que sentimos y el estado mental son los pensamientos e ideas que concluyen en trastornos o enfermedades que afectan nuestro bienestar, afectando ese estado de ánimo. La salud emocional nos permite desarrollar una vida en la cotidianidad que nos precisa tranquilidad, motivación y dinamismo, nos posibilita relacionarnos con los demás de manera satisfactoria como adecuada, nuestra salud emocional es un aspecto clave no solo para no desarrollar trastornos, sino también para ser felices, nos permite potenciar nuestro bienestar para hacer frente a los retos del día a día y a las eventuales crisis que se nos puedan venir encima.

Fundamentalmente la emocionalidad positiva y negativa ejercen una influencia tanto interna como externamente es un fenómeno nos permite experimentar la vida con todos sus matices, y nos lleva a mantenernos en movimiento para alcanzar metas que son significativas para nosotros y a otros. Por otro lado, cabe destacar que la salud emocional es el resultado de su buen funcionamiento en los aspectos cognoscitivos, afectivos y conductuales, y en última instancia, el despliegue óptimo de sus potencialidades individuales para la convivencia en todos los entornos, por tal motivo los gobiernos, comunidades, familias y personas se deben de preocuparse por conservar niveles óptimos de salud emocional.

Lo importante es conseguir la armonía tal como lo menciona el concepto de salud según la Organización Mundial de la Salud (OMS) “La salud es un estado de bienestar físico, mental y social completo, y no meramente la ausencia del mal o la enfermedad”. Con el firme propósito de lograr un bienestar general y una mejor calidad de vida, sin importar género, origen étnico, ubicación geográfica, cultura, idioma, todos los seres humanos concurrimos con 6 emociones universales que de ahí se derivan aproximadamente 430 emociones, estas 6 emociones son: asco, miedo, sorpresa, alegría, enfado y tristeza, no existen emociones buenas o malas ya que todas son necesarias para la supervivencia del ser humano, de tal forma podríamos decir que todas las emociones tienen diferentes funciones.

Hoy en día la pandemia del covid 19 ha afectado a nuestra salud emocional,  no por la infección en sí, sino por su impacto social y en nuestro día a día. Desafortunadamente, los confinamientos, las restricciones sociales y de ocio, la incertidumbre e, incluso, el miedo a la enfermedad, han afectado a nuestra salud emocional como mental. Concretamente, la ansiedad relacionada con el miedo a la enfermedad y el encierro prolongado, la depresión a causa de la crisis económica y  la separación familiar, asi mismo el estrés es otro multifactor que altera nuestra salud emocional, las circunstancias que estamos viviendo son excepcionales, y por eso no debemos descuidar la salud en toda su concepción y significado, para evitarlo hay que ponerles remedio antes de que aparezcan con concientización que se traduzca a sensibilización y prevención.

Para mejorar la salud emocional, hay algunos hábitos que pueden ayudar como mantener un estilo de vida saludable, hacer ejercicio regularmente, dormir las horas necesarias todos los días y con un horario consistente, y comer sano. El estado en el que esté tu cuerpo será determinante para que también goces de salud emocional, definitivamente la mejor manera de lograrlo sea contar con ayuda psicológica profesional. Los sentimientos y reacciones pueden cambiar con frecuencia durante los momentos difíciles, y el mantenernos con una actitud positiva puede ayudar a proteger nuestro estado general de salud, en la salud integral la salud emocional es un pilar imprescindible en el concepto universal de salud.