Por José Ponce 

En esta edición especial nuestra revista Latino Americanos se dio a la labor de conseguir una entrevista con Anabel Olmos, empresaria dedicada actualmente a la generación de postres. Además de ser madre de familia, esposa, hija y hermana; decidió hace dos años emprender el sueño de establecer su propio negocio que lleva por nombre ¨AnaBakes¨

“Soy contadora pública, pero me preparo constantemente en el área gastronómica con diferentes cursos y talleres. En este caso en el arte de la repostería.”

Precisamente en el mes de abril cumplió dos años de iniciar este camino, abriendo su establecimiento al público. Recordemos que el año 2020 no inició de buena forma tras la llegada de la pandemia. Y aunque la situación se veía complicada, la respuesta de la gente fue muy positiva. Haciendo publicidad de boca en boca y por medio de redes sociales.

“Estamos muy orgullosos de compartir todo lo que ofrecemos. Estamos preparados y seguimos preparándonos para mejorar y ampliar nuestra gama de productos. Desde el día 1 toda mi familia me ha apoyado.”

La repostería es un arte, preparar o decorar pasteles u otros postres, es una labor de mucha paciencia y dedicación, por los diferentes procesos que conlleva. La fusión de sabores, de texturas, es una técnica que implica hacer muchas pruebas, por lo cual pueden existir intentos fallidos hasta lograr la consistencia perfecta. 

“La temperatura del horno es importante. No todo se puede hornear al mismo calor, se tiene que tener mucho cuidado con los procesos para generar un buen producto. De hecho, hemos cambiado productos con la intención de conseguir nuestros objetivos.”

“Lo que nosotros le ofrecemos al público y a los clientes son postres con sabor casero, producto natural como frutas frescas, no congeladas. Lo necesario para que le agrade al cliente.” 

Para Anabel no ha sido complicado poder cumplir con su labor de madre y repostera ya que sus hijos la han apoyado también en el negocio, incluso, desempeñando algunas funciones. Sentirse apoyada es lo mejor que le puede pasar para seguir adelante y mejorarse a sí misma en sus capacidades. Su familia es su principal motor y motivación. 

“Tengo a los mejores maestros de la cocina. Desde mis abuelos, padres, tíos y hermanos nos encanta cocinar y eso me ayuda a nutrirme de conocimientos. Ellos son mis principales catadores y me dan sus opiniones.”

Para conservar el éxito necesitamos esforzarnos continuamente, seguir en constante crecimiento. Lograr la aprobación de la gente es cada vez más difícil. Por ello, te obliga a exigir cada vez más y actualizarte en tus métodos de elaboración. Es algo que para Anabel está más que claro.