Por Elango R.*

 

No se sorprenda si empezamos a ver una transformación tecnológica sorprendente en todo el país. De hecho, yo diría que ya está empezando. En los próximos años, estoy seguro de que seremos testigos de cómo México pasa de ser el tercer mayor exportador de talento tecnológico a convertirse en un nuevo “Silicon Valley” para los profesionales de la tecnología y destino de grandes inversiones internacionales. Esto quizás no parecía tan probable hace diez o incluso cinco años, pero recientemente he visto muchas razones para tomar en serio a México como una nueva potencia tecnológica.

Hay tres razones que voy a presentar para explicar por qué México es tan especial: primero, los unicornios; después, el talento; y por último, la inversión. Con estos tres factores, creo que hay muchos motivos para ser optimistas sobre el futuro de la tecnología en México, no sólo como un productor de trabajadores con conocimientos tecnológicos que luego emigran a los Estados Unidos y Canadá, sino también como un nuevo destino para el talento local y regional. Asimismo, como un atractivo destino para la inversión internacional y una próspera incubadora de unicornios mexicanos.

Entonces, ¿qué pasa con los unicornios mexicanos? Bueno, hasta octubre de 2020, eran más raros que un unicornio de la vida real. Y si me hubieran dicho que México tenía el poder de transformarse de un exportador de tecnología a un destino tecnológico, habría señalado un “cero” que representaba el número total de unicornios mexicanos existentes; así como la principal razón por la que esto no podría suceder. Pero ahora, en poco más de un año, México ha añadido ocho unicornios. Para poner esto en perspectiva, México está ahora compitiendo con Argentina por tener el segundo mayor número de unicornios en América Latina. Esto es un gran avance en tan solo doce meses.

Para que el país aproveche este impulso será necesario, sin duda, combinar el ecosistema emprendedor preexistente en México con la promoción continua del talento nacional y el fomento de la innovación, tanto por parte de inversores estatales como privados. Esto permitirá que México continúe con su ritmo acelerado en la producción de unicornios y supere a sus rivales regionales para convertirse en un líder continental y mundial en tecnología, similar a América Latina, Turquía o India.

Este es el siguiente paso crucial que debe dar México. El país ya cuenta con una amplia reserva de talento tecnológico. Su sector tecnológico está creciendo tres veces más rápido que el resto del mundo, según un estudio de Ironhack: “La dotación de personal de TI está creciendo entre un 10 y un 15% al año y hay más de 650,000 profesionales mexicanos trabajando en el sector”.

Sin embargo, otro estudio de OCCMundial y The Network también informó que el 57% de las personas que trabajan en México les gustaría trabajar en otro país. La cifra sería, sin duda, mayor entre los trabajadores del sector tecnológico, un grupo profesional con habilidades demandadas en todo el mundo. Dicho todo esto, si mi predicción de la transformación tecnológica de México se mantiene, el país necesita encontrar una manera no sólo de fomentar, sino también de mantener, su talento tecnológico nativo.

Aquí es donde entra la inversión. En los últimos años, México se ha convertido en un prospecto cada vez más atractivo para los fondos de inversión internacionales como Silicon Valley, SoftBank y Tiger Global, lo que le ha permitido a las startups nacionales aumentar sus alternativas de mantenimiento y crecimiento sin tener que buscar en el extranjero. Si este rápido crecimiento de los unicornios emergentes continúa, junto con el aumento de la inversión tanto del sector público como del privado, podría crear un efecto de bola de nieve de los éxitos de las startups nacionales que hará que cada vez más trabajadores tecnológicos mexicanos se lo piensen dos veces antes de trasladarse al extranjero. No sólo esto, sino que podríamos ver a trabajadores tecnológicos de otros países de la región, y más allá, trasladarse a México para tener la oportunidad de trabajar en un número creciente de tech-hubs, como la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, que juntos representan el 88% de todas las startups del sector.

Debido a la pandemia, las empresas internacionales también se dan cuenta de que pueden contratar a trabajadores a distancia directamente desde países como México. Y según un reciente informe de la empresa de reclutamiento y nómina global Deel Inc. “El número de empresas extranjeras que contratan en América Latina también aumentó un 156% en la segunda mitad de 2021, más que en cualquier otra parte del mundo, en parte gracias a las posibilidades que ha generado el cambio al trabajo a distancia”.

La pandemia ha abierto todo un mundo de posibilidades “híbridas” para el sector tecnológico de México. Si unimos esta explosión de contratación e inversión con mis tres argumentos de por qué México ya está experimentando una transformación monumental, y a medida que las cosas se vayan abriendo “post-pandemia”, veremos surgir muchos más unicornios. También, salarios más altos que atraigan y retengan el talento regional en México, y el surgimiento del país como un destino global para una nueva generación de trabajadores y emprendedores tecnológicos.