Por Mónica Romero
Este libro tiene una historia muy distinta a todo lo que hemos leído hasta hoy, normalmente toda historia primero es escrita y publicada, y posteriormente tiene una incursión en el cine, pero el libro que hoy conoceremos es exactamente lo contrario.
En 1994 y a expensas y ante la insistencia de la reconocida y multipremiada escritora Elena Poniatowska, que al leer el libro escrito de manera tan sencilla que le hacía recordar su propia juventud y su origen, ya que dejaba claro que estaba construido a base de imágenes que rememoran la hermosa época de los 50´s en México, no dudó en recomendarla a IMCINE para ser puesta en la pantalla grande, ante el denominado “Boom del Nuevo Cine Mexicano”, siendo llevada al cine por Guita Schyfter, quien se dio a la tarea de escribir un guion apegado al libro en conjunto con Hugo Hiriart.
El libro por su parte ve la luz en 2019 en una primera edición bajo la pluma de Rosa Nissan quien formó parte del Taller de literatura de la afamada escritora, Novia que te vea es la historia de Oshinica, una joven que, perteneciendo a la comunidad sefaradí, esta comunidad es descendientes de judíos expulsados de Europa a finales de la Edad Media, emigrando a América, existiendo una gran comunidad en México.
Esta historia retrata el crecimiento y la madurez de Oshinica, su preparación y educación para el matrimonio, en ese camino se encuentra con ella misma, con la que pretende ser y no con quien por cultura o tradición su familia quiere que sea, es un monólogo que por momentos se vuelve un diálogo que pretende describir con claridad el ritual de la búsqueda de un esposo, mientras la protagonista tiene.
“A veces oigo a mi mamá y a sus amigas que quieren presentar a Fulanito con Menganita o que va a venir un paisano de Guadalajara, en Veracruz y ya andan viendo qué muchachita de más de veinte anda por ahí para que este muchacho se anesente y pobrecita, es sajut. Organizan algo para que se conozcan y hacerles shidaj.”
En este camino Oshinica se percata de la condición social que le rodea e inicia un proceso de crítica ante lo que no se puede explicar. Lalo es el elegido para ser su esposo, a ella le parece tan ritual cada uno de los detalles de su preparación que al casarse se siente extraña de convivir con un hombre y estar a solas con él, cosa nada común para una chica sefaradí.
En el texto se alternan palabras en ladino, hebreo y español, por lo que el libro trae un pequeño glosario que alimenta el conocimiento del lector, lo que lo vuelve no solo una novela ágil, además permite al lector adentrarse a comprender el éxodo de comunidades que han venido a asentarse en América y tratan de incluirse en una vida que decidieron por supervivencia tener.