A lo largo del tiempo han ocurrido diversos cambios tecnológicos que marcaron cada una de nuestras distintas eras, como los dispositivos que utilizamos día con día, desde radios, televisiones, hasta celulares en los que podemos ahora comunicarnos, escuchar música, grabar videos, el cual nos ha cambiado hasta la forma en la que compramos y vendemos artículos.

Así podríamos continuar con más ejemplos para ver que la tecnología ha tomado un papel muy importante en la sociedad. Ha evolucionado tanto, al grado de crear un mundo digital llamado Metaverso o mejor conocido como “Meta”, el cual posee múltiples plataformas con el fin de crear una identidad en línea para ser parte de distintas actividades como jugar con algún miembro, comprar artículos, trabajar, y poder asistir a conciertos de tus artistas favoritos. Todo esto con el uso del programa y gafas de realidad aumentada (AR) o auriculares de realidad virtual (VR), pero todo esto no solo se limita solo a AR y VR.

Suena muy práctico y emocionante, ¿verdad? En este punto será vital para generarnos distintas preguntas, ¿En dónde quedará la realidad?, ¿Habrá espacio aún para ella? Es preocupante el solo pensarlo, ya que el ser humano es cada vez más dependiente de la tecnología y el simple hecho de ir avanzando a este nuevo mundo nos hace pensar que no habrá vuelta atrás, que cada vez la ficción superará nuestra realidad, donde un simple contacto físico o una forma común de comunicarnos será algo extraño, inclusive hasta el realizar las tareas diarias a las que estábamos acostumbrados, se puede escuchar un poco exagerado pero no podemos descartar la posibilidad de que suceda.

Es muy importante recordarle a la sociedad y al mundo entero que la tecnología es una herramienta que nos ayuda a tener un mejor estilo de vida, pero que no es la vida misma, es decir, que debemos equilibrar estas dos realidades, que podemos vivir en armonía con el uso de Meta, utilizarlo de manera inteligente, consciente para utilizar su potencial sin dejar de lado los momentos en donde disfrutamos de las pequeñas cosas. Como son el mirar el mar, oler las flores, pisar la arena, saborear tu comida favorita, los detalles reales que no se comparan con lo virtual, porque la realidad puede llegar a superar la ficción.

Por: Cesia Olympia Tinoco Cervantes

Lic. Ciencias de la Educación