Por: Kate Nateras

Desde muchos años atrás se ha creído que el matrimonio es una de las mejores decisiones en la vida de cualquier persona, incluso las mujeres que no estaban comprometidas antes de los 20 ya eran consideras “solteronas”. Por otra parte, el matrimonio también es considerado como la forma de “sentar cabeza”, el camino para encontrar la plenitud, sin embargo, esta situación no es del todo cierta, la ciencia descubrió que contraer nupcias podría afectar seriamente tu salud, confirmando que creencias antiguas son falsas en la mayoría de los casos.

Las parejas que actualmente se casan consideran al matrimonio como una fuente de conflicto que como algo beneficioso en su salud y en su vida, de acuerdo con Dmitry Tumin. Y es que hoy en día existe una mayor dificultad para conciliar la vida familiar con la laboral debido a que, con el tiempo, hay mayor demanda en ambos ámbitos. Asimismo, las personas que están casadas se encuentran resignadas por no tener el mínimo contacto con sus amigos y familiares, sobre todo en los matrimonios con hijos, lo que les provoca estrés y ansiedad.

Otro punto por el que el matrimonio puede ser negativo, es la independencia económica que las mujeres han alcanzado, pues ésta les da la oportunidad de no depender de ningún hombre ni de nadie. Cuando dicen que “el amor engorda”, en cierta parte tienen razón y no sólo en la parte de la comida, sino que, cuando ambos entran a una convivencia de matrimonio, pueden tener ansiedad y estrés mismos que llevan al sobrepeso y problemas cardiovasculares.

En un estudio realizado por psicólogos de la Universidad de Wisconsin, los expertos monitorearon el estado emocional de un grupo de 100 personas casadas y solteras y llegaron a la conclusión de que se dividían en dos estados de ánimo: los felices y los que vivían en monogamia. Richard J. Davidson, psiquiatra y el autor principal del estudio, dijo que las parejas que están casadas demostraron que, cuanto más tiempo llevaran en matrimonio, más se tardaban en recuperarse de las personas negativas y se vuelven más propensos a sufrir depresión.

En la actualidad son menos las parejas que deciden contraer matrimonio y, de acuerdo con los expertos, se estima que con el tiempo el número aumente; los jóvenes tienen menos preferencia hacia las nupcias y, en su lugar, prefieren el individualismo y la unión libre.

El matrimonio es una decisión propia, en realidad cada persona decide hacerlo o no hacerlo y, sobre todo, cómo sobrellevarlo para que la teoría anterior no sea una realidad.