El tiempo  se está agotando.

La  historia de la tierra se divide en diferentes eras geológicas: ahora estamos en el Holoceno y, dentro de esta era estratigráfica, el Antropoceno, caracterizada por la huella dejada por el ser humano sobre el planeta, el Antropoceno es una hipótesis erudita que supone que las personas se han convertido en un factor de riesgo del sistema global, estas acciones provocan entre otras y muchas consecuencias; cambios, desequilibrios y destrucciones  en todos los ecosistemas, el aumento de fenómenos meteorológicos extremos, la acidificación de los océanos y el incremento del nivel del mar, o la desaparición de los bosques, los cambios rápidos en la biosfera terrestre, marina y atmosférica; como el calentamiento global, la proliferación y dispersión de “tecnofósiles” (residuos de la actividad humana).  La acumulación de gases de efecto invernadero (GEI), la pérdida de la biodiversidad, evidenciando que el planeta se ha ido transformando llegando a un punto de no retorno.

 

Definitivamente el comportamiento humano sobre la tierra en los últimos decenios ha sido significativamente irreflexivo e inhumano, comprometiendo todo el escenario natural. Las soluciones son de un esperar tedioso y demasiado parsimonioso,  porque existe una negativa colectiva a ver la realidad, como siempre a simular la verdad con acciones frívolas, siendo el  fruto a la ingenuidad, al escepticismo e ignorancia, esta etapa es producto del desarrollo (un gran pretexto), por la  genuina mentalidad consumista y de las presiones ejercidas por potentes grupos económicos. La humanidad ya empezó a  provocar cambios biológicos y geofísicos a escala mundial alterando el equilibrio de los ecosistemas, esta gran aceleración nociva sumamente peligrosa, si se llega a traspasar se podría llegar a una agobiante contingencia climática, la alteración de la cobertura vegetal, la erosión de la biodiversidad o la desaparición de especies animales (lo que sería la sexta extinción de la vida en la Tierra.

 

Todos los días la humanidad interactúa con su entorno y deja una huella en él, desafortunadamente en las últimas décadas el impacto de esta convivencia ha puesto al planeta en una crisis ambiental, personal, y de prosperidad cada vez más evidente, la verdad es que los seres humanos estamos modificando la naturaleza a un ritmo nunca visto,  gran parte de los recursos naturales se están agotando como si no hubiera un mañana. Quizás la pregunta correcta es: ¿cuánto durará el mañana si seguimos actuando de esta manera?,  ¿Que estas haciendo por el planeta?, ¿Cómo quieres dejar tu huella?.

En este momento historico requerimos que redefinamos el lugar de los seres humanos con la armonia de nuestra biosfera dentro de la red de la vida, es necesario un cambio de perspectiva sobre la humanidad y nuestra singularidad entre las otras especies del planeta, se tiene que  hacer uns reconceptualizacion  radical de las relaciones entre la humanidad y la naturaleza, reflexionemos tras los riesgos se oculta un rejuvenecimiento. Los desastres son terribles para los desolados, pero más terrible sería una historia que no generase desastres. La humanidad, entonces, no fuera resiliente, no aprendería, no evolucionaría. Tu qué opinas.

 

Mtro..Victor Higo Pacheco Gallardo.